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viernes, 26 de septiembre de 2014

¡¡ATENCIÓN ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS!! INQUILINOS INDESEABLES (COLABORACIÓN)



Hoy nos hemos sorprendido ingratamente al descubrir en nuestros libros copiadores un par de especímenes ágiles e indeseables: dos “pececitos de plata”. Nos extraña porque el ambiente de nuestra sala de Archivo es particularmente seco; sin embargo, allí estaban.
Raquel Gail
Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes
http://archivo104.blogspot.com.ar/

LEPISMA SACCHARINA LINNAEUS

DESCRIPCIÓN
El Lepisma (lepis en griego significa escama) o pescadito de plata es un insecto cuyo nombre común proviene del brillo plateado de las escamas que cubren su cuerpo. 
Es alargado y no mide más de 1,3 cm de largo, exceptuando las colas. 
Posee 2 largas antenas en la cabeza y 3 largos y delgados apéndices parecidos a antenas en la parte posterior.
Es un insecto típicamente nocturno, un ágil corredor que se oculta muy bien durante el día en grietas o hendijas muy pequeñas. Se los puede encontrar en toda la casa, incluyendo la sala, la recámara, el baño, el ático, el sótano y el garage.
Para existir el Lepisma necesita de una cierta humedad y temperatura, no puede prosperar en las habitaciones secas. Y como ocurre muchas veces, la preferencia por la humedad va unida a la repulsión de la luz. Prefiere áreas con temperaturas ambiente de 21 a 29°C y alta humedad relativa (70-100%).
Puede vivir entre papeles viejos y pone huevos detrás de zócalos y en grietas del suelo. 
Los recién nacidos se alimentan de restos de los huevos; después de cambiar dos veces su tegumento, están en condiciones de comer papel, cola, cuero o textiles.
El aparato bucal de los lepismas es de tipo masticador. Tienen una alimentación muy variada, tales como ropa almidonada, telas de rayón, encuadernaciones, etiquetas de los libros, o cualquier clase de papel en el cual se ha usado goma o cola. El alimento preferido de estos insectos es la materia vegetal con alto contenido de carbohidratos, tales como la harina de trigo y la avena. Prefieren el azúcar. También pueden consumir carnes secas, cuero e incluso insectos muertos.
Las hembras ponen alrededor de 100 huevos, en tandas de 2 ó 3 camadas que colocan en grietas, rendijas, oquedades o lugares apartados abandonándolos a su destino. Los jóvenes se asemejan desde un principio a los adultos y llevan el mismo modo de vida que ellos.
Antes de llegar a adultos cambian múltiples veces de piel. El color gris lo toman a las 4 a 6 semanas de vida.
El tiempo de desarrollo (huevo a adulto) es de 3 a 4 meses en condiciones favorables, pero de lo contrario puede requerir de 2 a 3 años.
PREVENCIÓN 
Su control contempla medidas generales de limpieza e higiene, eliminando materiales viejos que puedan servir de albergue o de alimento. 

La modificación ambiental sin lugar a dudas ayuda. Se deben controlar o eliminar la humedad, reparar caños, sellar grietas y hendijas accesibles, remover las posibles fuentes de alimentación, etc.
En general también pueden controlarse por medio de aplicaciones de insecticidas líquidos y polvos secos dirigidos a los lugares donde habitualmente se refugian.
Los tratamientos con equipos de Ultra Bajo Volumen (ULV) usados por profesionales, así como el uso de aspiradora son útiles para reducir el número de individuos en habitaciones altamente infestadas.
IMPORTANCIA
El pececillo de plata deteriora los productos de papel al alimentarse de ellos, dando lugar a zonas de alimentación irregulares en las que se distinguen unas "manchas chicas" características. El pececillo de plata no posee un aparato bucal masticador potente, por lo que suele situarse en la superficie del papel y desgastarla gradualmente. En algunas zonas dañadas, produce agujeros irregulares y en otras el papel no resulta enteramente atravesado, produciéndose en cambio unas manchas chicas o limitándose a suprimir lo impreso.
Cuando el pececillo de plata se alimenta de materiales impresos, a menudo deja excrementos finos y granulados, de color negro y que se semejan a los de las musarañas. Si se examinan con una lupa, se ve claramente que se trata de granos separados. Los excrementos se acumulan bajo los objetos o pueden aparecer diseminados al azar sobre las superficies de los lugares oscuros, así como en el interior de los recipientes de almacenamiento exentos de ácido. Aparecen también en ocasiones - y en cantidades considerables - en áticos aislados con celulosa (periódicos triturados)
El daño provocado por los pescaditos de plata consiste en un raspado muy limpio e irregular, que puede ocasionar perforaciones cortas, parecidas a las que producen las ratas.
¿QUÉ HAREMOS PARA COMBATIRLOS?
La erradicación y prevención de los daños ocasionados por el pececillo de plata a los documentos de bibliotecas y archivos se puede realizar de múltiples maneras:
1. Sometiendo al vacío los perímetros de las habitaciones en que el pececillo de plata acostumbra a ocultarse debajo de los zócalos y entarimados durante el día.
2. Poniendo trampas o cartones engomados para insectos en los lugares en que parezca que pueda haber pececillos de plata. Por la noche, cuando se muevan, quedarán atrapados.
3. Poniendo silicagela (dióxido de silicio), en polvo muy fino, en el espacio vacío situado debajo del estante o cajón inferiores de los armarios en que estén almacenados los objetos. Quizás haya que efectuar un agujero de 0,5 cm para llegar a los espacios vacíos detrás de los armarios. La silicagela es un secativo que mata a los pececillos de plata secándolos. Si se espolvorea (puede hacerse combinándola con un insecticida, el piretro) detrás de los armarios y vitrinas, el pececillo de plata no puede reptar hasta el mueble sin tropezar con el producto, siendo, así pues, repelido o resultando muerto.
4. Usando tiras de resina insecticida en espacios cerrados, sobre todo para colecciones de manuscritos, libros raros y grabados. Las tiras de resina insecticida contienen Vapona (DDVP), insecticida que se volatiliza a partir de la tira de resina y llena un espacio cerrado con sus moléculas. Se trata de un fumigante flojo y al cabo del tiempo acabará con todas las fases de los insectos en el interior del espacio cerrado. La proporción normal de aplicación es una tira por cada 28 metros (mil pies) cúbicos de espacio. Este tipo de aplicación química está reservado a los espacios cerrados, como armarios, bóvedas, cajas fuertes y pequeños almacenes, no a espacios abiertos y públicos, en los que la ventilación arrastrará los vapores a la atmósfera.
5. Aplicando pulverizaciones de insecticidas líquidos residuales a los perímetros de las habitaciones y en la parte inferior de todas las estanterías con libros y documentos, prestando especialmente atención a la juntura del suelo con las paredes y entarimados. 
6. Inyectando en ranuras y grietas cantidades pequeñas de insecticidas líquidos en la parte posterior de los armarios y vitrinas que se apoya en las paredes.
7. Suprimiendo la humedad, por ejemplo, reparando las cañerías con fugas, en torno a las lavanderías, los cuartos de aseo y talleres, en que puede prosperar una población de pececillos de plata gracias a la humedad elevada.
8. Reduciendo el número de habitáculos posibles del parásito mediante productos de calafateo y el enlucido de las grietas y huecos

FUENTE:
Raquel Gail. Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes: http://archivo104.blogspot.com.ar/
Estudio de un Programa de Lucha Integrada contra las Plagas en los Archivos y Bibliotecas preparado por Thomas A. Parker PGI-88/WS/20. UNESCO, París, junio de 1989.

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