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miércoles, 27 de noviembre de 2013

ASAMBLEA ANUAL ORDINARIA - BIBLIOTECA P. PEDRO GOYENA - ORDEN DEL DÍA



                                              Quilmes, 12 de noviembre del 2013.-

La Comisión Directiva de la entidad: Biblioteca Popular Pedro Goyena, con domicilio en calle: San Luis Nº 948 de la localidad de Quilmes, provincia de Buenos Aires, convoca a los Señores Socios a la Asamblea General Ordinaria a celebrarse en la sede social el 30 del mes de noviembre del año 2013 a las 10 horas en primera convocatoria y 10,30 horas después en segunda convocatoria para considerar el siguiente “Orden del Dia”:
ORDEN DEL DIA
ASAMBLEA ANUAL ORDINARIA

FECHA: 30 de Noviembre de 2013.
HORA: 10 horas.

1.- Designación de dos socios para firmar el Acta junto con el Presidente y Secretario.
2.- Lectura del Acta de la Asamblea Ordinaria anterior.
3.- Consideración de Memoria, Balance e informe de Revisores de Cuentas del ejercicio  2012 /2013.
4.- Elección de los tres Miembros de la Comisión Revisora de Cuentas conforme lo establece el Art. 33 del estatuto social.
5.- Fijación de la cuota societaria.

MEMORIA DEL EJERCICIO 2012 / 2013 BIBL. P. PEDRO GOYENA - ASAMBLEA ORDINARIA - SÁBADO 30/11/2013



La Comisión Administradora de la Biblioteca Popular Pedro Goyena de Quilmes pone a disposición de los señores socios lo actuado entre el 1º de septiembre del 2012 al 31 de agosto del 2013. 
TESORERÍA
 El subsidio de la Provincia de Buenos Aires hasta el mes de julio del presente año  en que llego el Retroactivo de Marzo / Abril se mantuvo en $ 3.196,60, a partir de esa fecha tuvo un aumento de $176.-, pasando a ser $ 3.372,60. 
Tal como nos refiriéramos en la Memoria 2011/2012,  el subsidio de $20.000.- que otorgó el Municipio de Quilmes el año pasado se destinaba para el cerramiento del patio trasero,  El costo de la estructura para el techo y ventanas de aluminio y canaletas fue de $ 21.200.- , el resto de obra $ 16.000.- , por lo que quedaron  $17.200.- por fuera del subsidio y que debieron ser cubiertos con los ahorros con que contaba nuestra Institución y haciendo un préstamo el arquitecto Daniel Hurrell y la Sra. Cristina Secco de $ 5.500.-, esperando poder recuperarlos mas adelante. 
En el mes de diciembre se cancela el pago al contador Daniel Turqui por el Balance Certificado y Honorarios  de $ 4.375.-
En oportunidad del cierre del Ciclo Anual del Curso de Guitarra se realizaron dos conciertos en los que con el cobro mínimo de entrada y rifas con premios que fueron donados por Cristina Secco y Alejandra Bornand, se logró recaudar $ 680.- que fueron entregados a la profesora Leticia Losiglio quien los invirtió en la compra de material para ser utilizado en el Taller (dos guitarras, dos atril, un banquito) 
DONACIONES

Este período fue pródigo en donaciones, nuestro vicepresidente
Chalo Agnelli realizó la importante donación de una heladera, un juego de té, el cuadro soporte del plano topográfico de Quilmes de 1890 donado por el profesor Celiar Cella y la Bandera de Ceremonia que en oportunidad del cierre de la Escuela de la localidad de Juancho (Pcia. de Buenos Aires) le fuera entregada confiándole su custodia y además de numerosa bibliografía de su parte y de: Sol M. Agnelli, Silvia Simonetti, profesor Celiar Cella, señora Angélica de Baldrich de Cella, Lic. Nancy Castagnini, Cristina Ales, Claudio Schbib, Rodolfo Cabral y otros generosos colaboradores.
La Escuela Reino de España y Los Quilmeros donaron el pie, base y asta para la Bandera de Ceremonia. 
Se realizaron notas de agradecimiento a los que generosamente han donado importante bibliografía y se nombra Socios Honorarios.
A través de Analía Rodeiro nos llegó una importante donación de libros y un horno micro onda que nos viene muy bien. 
La Socia Claudia Aguirre donó una guitarra, incrementando así el patrimonio del Taller de Guitarra. 
El Ciudadano Ilustre y Fotógrafo Carlos Scott donó la colección de fotos de Los Precursores de la Historia Quilmeña.
EVENTOS INTERNOS 
El 30 de setiembre de 2012, disfrutamos en nuestra sede de la presentación del libro de la Escuela Normal, gran afluencia de interesados y varios haciéndose socios. 
El 30 de noviembre de 2012, tuvimos el placer de auspiciar la presentación del libro Quilmes, 346 Años y un Bicentenario, de Los Quilmeros que fuera gestado por 10 autores amantes de la Historia Quilmeña que tienen su sede en nuestra Biblioteca.
El 24 de noviembre y el 1 de diciembre se realizó la presentación del fin de curso del Taller de Guitarra con excelente respuesta por parte de la comunidad. 
El 4 de diciembre los integrantes del Consejo Asesor Permanente de Bibliotecas Populares de Quilmes nos reunimos en nuestra sede para despedir el año. 
El 15 de marzo del 2013,  Chalo Agnelli brinda una charla sobre  “Los Precursores de la Historia Quilmeña”, con emotivo
reconocimiento a la trayectoria al fotógrafo quilmeño y Ciudadano Ilustre Carlos Scott. 
El 27 de abril del 2013, el Sr. Mikel Ezkerro brindó una muy interesante charla sobre “El Misterio del Pueblo Vasco”. La Biblioteca se viste con los colores verde, rojo y blanco de la bandera Vasca.
El 1º de junio del 2013, se llevo a cabo el Concurso del Poema Ilustrado y Foto Poema, que a través del año fuéramos organizando bajo la atenta supervisión de la artista plástica - retratista María Rizzo, quien trajo la iniciativa de este nuevo proyecto. Debemos agradecer la paciencia y dedicación infinita que ha tenido la señora Rizzo para con nuestra Comisión, permitiendo avanzar sin contratiempos en la organización del concurso y que finalmente se desarrollo con pleno éxito, superando ampliamente lo proyectado, más de 300 concurrentes participaron del emotivo acto de entrega de premios que se efectuó en el salón auditorio del Museo de Artes Visuales Víctor Roverano ofrecido por su directora la artista plástica Norma Cistaro; agradecemos a su vez, al jurado que colaboró generosamente con la resolución del concurso: profesores: Norma Cistaro, María Rosa D´Elía Demitila, Mónica Cussotti, Liliana Souza, Fernando San Martín y Julio Bravo.
El 17 de agosto del 2013, formando parte de las conmemoraciones realizadas por el fallecimiento del Gral. San Martín. siendo la Biblioteca Goyena custodia de la "Librería Sanmartiniana", se da una charla cargo del profesor Chalo Agnelli, con el recitado de la señora Ana Aispurú, presidente de la Biblioteca, sobre el poema “Digo el Llamado” del poeta Antonio Agüero y monumento que se encuentra en la provincia de San Luis, honrando a los puntanos que participaron en la Gesta Libertadora. 
TALLERES 
TALLER DE GUITARRA, continúa este año este Taller para niños y adultos. Brindado por la profesora Leticia Losiglio de forma gratuita y de excelente nivel. 
TALLER LITERARIO, la profesora Andrea Lampón, inicia un Taller Literario para adquirir nuevas técnicas y disfrutar del placer de la buena lectura, con la propuesta de producir las propias creaciones. 
CAFÉ LITERARIO, coordinado por la señora Nilda Deluca, y la participación de un excelente grupo de amantes de la escritura. AGRUPACION LOS QUILMEROS, se han reunido periódicamente a lo largo del año y aportado distinto material documental a la Biblioteca como "plano loteo de la Ribera, 1908" y libros sobre la infraestructura edilicia, vial y urbana de la provincia de Buenos Aires durante la administración del gobernador Fresco; aportes del Sr. Claudio Schbib, que será debidamente encuadernado. Además de la organización para el 347º aniversario de la primera fundación de Quilmes de un concurso histórico. 
EL QUILMERO EN LA GOYENA 
Nuestro vicepresidente el bibliógrafo y bibliólatra Chalo Agnelli, con la colaboración de la señora Cristina Secco, tesorera de la Biblioteca, ha publicado en el blog "EL QUILMERO EN LA GOYENA", durante este período numerosas investigaciones en base a libros y documentos que se encuentran en nuestra sede; estos son algunos títulos: 
Bibliografía del profesor e historiador Don Manuel Ales. 
Artículo de Pedro Goyena “Crítica Literaria”.
Bibliografía de libros olvidados de autores quilmeños. 
Vida y obra de la señora Ana Inés Manzo Directora Fundadora de la Biblioteca Popular edro Goyena de Quilmes. 
Libro de poemas en francés: "Rythme Serein - Historia de un poemario con historia", de la poeta Adela García Salaberry, con una dedicatoria al profesor Armando Bucich y su esposa Edith March. 
Direcciones Acceso a la Bibliografía General del partido de Quilmes y pago de La Magdalena que se halla en el Blog El Quilmero.
Bibliografía del Partido de Quilmes. 
Bibliografía sobre los temas de Quilmes tratados en las Jornadas Históricas Fotográficas de Quilmes 2003/2012. 
Vida y obra del Dr. José Craviotto. 
Vida y obra de la luchadora por los derechos de la mujer, escritora, periodista y docente Adela García Salaberry. 
Guillermo Enrique Hudson (varias notas) 
Vida y obra del profesor don Armando César Bucich y su novela "Desorientados" 1940. 
Artículo de Emilia Ferreiro. "Si los docentes no leen son incapaces de transmitir el placer de la lectura". 
Vida y obra de la profesora y escritora Julieta Haydee Quebleen y su libro de cuentos “El Encuentro”. 
Nueva obra de Gioconda Bertoia Antología Poética Bilingüe, realizada por EDIBER, la editorial municipal de Berazategui. 
Artículo sobre Gioconda Bertoia. Una Vida en la Poesía. 
Artículo "Sarmiento y las Bibliotecas Populares". 
Vida y obra de Avelina Huisi Seguí, la primera mujer concejal del Partido de Quilmes. 
TRAMITACIONES
El 13 de abril del 2013 se entregó en las oficinas de la Dirección de Entidades de Bien Publico del Municipio de Quilmes la documentación que se encontraba pendiente por los Ejercicios 2010/2011 y 2011/2012 con las Declaraciones Juradas UIF, las que fueron certificadas  en la misma dependencia sin costo alguno.
Solicitamos que la propia Delegación nos hiciera los trámites en Personería Jurídica.  Cuando tengan el Certificado de Vigencia pondrán al tanto. 
MANTENIMIENTO 
Tal como lo informáramos en la Memoria 2011/2012 la Comisión Administradora decidió invertir el Subsidio de $20.000 que fuera entregado en ese ejercicio por el Municipio de Quilmes, en el cerramiento del patio trasero con estructura de aluminio y policarbonato, levantamiento de paredes con revoque grueso y cerecita, colocación de dos ventanas de aluminio, se retira de planta baja puerta-ventana y se coloca en lugar de la ventana que daba al balcón terraza, retiro de concertina, hierros, tanque de agua y anulación de cañerías, desarmar techo de lo que era el lavadero, instalación de luminarias, y cerramiento de antebaño. Terminados todos estos arreglos logramos avanzar sobre lo que fuera un pequeño patio, queda cubierta la escalera y fundamentalmente logramos solucionar el viejísimo problema de humedad, por otra parte si bien aún no hemos logrado remozar le baño, con la pequeña modificación que se realizó se ha mejorado la circulación.
Durante la semana con cierre por vacaciones de invierno se pintan algunos sectores interiores de la Biblioteca. 
CONSIDERACIÓN FINAL 
Se logró en este ejercicio ponerse al día con las documentaciones que requería Personería Jurídica, creemos que ya dicho Organismo a logrado compaginar nuestro expediente, esperamos recibir el Certificado pertinente que nos permitirá gestionar la Clave Fiscal ante la AFIP, y posteriormente el Alta Beneficiario ante la CONABIP. 
Seguimos encarando la reubicación de libros por cuanto al recibirse cuantiosas donaciones de libros es necesario no solo la selección de libros sino también su ubicación en estantería.  Se dispone que todo lo referente a Historia-Literatura-Biografias-Politica-Filosofia-Arte-Musica-Manuales-Literatura de Juveniles e Infantil se mantengan en planta baja al igual que el Rincón de Quilmes y Enciclopedias. El resto se relocalizará en la Planta Superior.
Consideramos como prioritario que pese al espacio reducido los temas más solicitados por los socios y público en general estén a su mano, o sea en planta baja y que el Salón de Lectura pueda ser prontamente transformado en salón de acto ante algún evento programado. 
Si bien no se pudo realizar la Clasificación Temática del Rincón de Quilmes tal como lo habíamos proyectado en el ejercicio anterior, sí se ingreso al Sistema Informático toda la bibliografía referente al tópico Historia. 
Los eventos culturales fueron diversos: presentación de libros, conferencias y especialmente la realización del Concurso Poema Ilustrado y Fotopoema y certamen de la Historia de Quilmes insumieron mucho tiempo lo que impidió completar otros trabajos. 
Para el año 2014 se tiene como proyecto efectuar como mínimo un evento cultural mensual.
*Celebrar el Bicentenario del nacimiento del Dr. José Antonio Wilde, médico, periodista y educador quilmeño; el 5/4/2014. 
*Curso sobre Historia de Quilmes a cargo del Profesor Chalo Agnelli y el Profesor Alejandro Re, durante los meses de abril, mayo y junio, en conjunto con el C.I.E. Quilmes (Centro de Investigación Educativa) 
* Jornadas mensuales de Historia y Cultura Vasca a cargo del profesor Luis Lúquez.
*Taller de Historia Oral Para Adultos Mayores. 
*Participar en el Encuentro de Bibliotecas Populares que organiza la CONABIP.
*Se intentará conseguir subsidio municipal para el Taller de Guitarra. 
*Armar Taller de Computación para Adultos. 
*Ingresar al Sistema Informático y Clasificación Temática del Rincón de Quilmes. 
*Reubicación con estanterías adecuadas de la Biblioteca de la Planta Superior. 
*Clasificación Temática de los libros de Literatura. 
*Conseguir el Alta Beneficiario de la CONABIP. 
*Segunda edición del concurso sobre la Historia de Quilmes. 
*Segunda edición del Concurso del Poema Ilustrado y Foto Poema. 
*Participar de la Feria del Libro que se efectuara en Quilmes. 
*Auspicio del programa radial EL QUILMERO FM de divulgación histórica y cultura y de actividades de las Bibliotecas Populares de Quilmes y su Consejo Asesor Permanente de Bibliotecas Populares.
Y seguiremos tratando de tener un mayor acercamiento a los socios a fin de poder satisfacer de la mejor manera sus necesidades y manteniendo a la Biblioteca como el lugar de encuentro para todos los que tengan voluntad de crecimiento en actividades culturales.
 
COMISIÓN ADMINISTRADORA
 Ana Aipurú, presidenta.
Chalo Agnelli, vicepresidente
Daniel Hurrell, secretario
Crstina Secco, tesorera y bibliotecaria

lunes, 25 de noviembre de 2013

“CUANDO LA HISTORIOGRAFÍA NO ES MERA TÉCNICA” POR JUAN CARLOS LOMBÁN


El profesor Juan Carlos Lombán fue un asiduo colaborador del “rotograbado”, la sección ilustrada de los domingos del periódico “La Prensa”. El 15 de enero de 1967, se publicó una crítica acertada del “Quilmes a través de los años” del Dr. José A. Craviotto (de quien EL QUILMERO acaba de publicar su biografía), libro editado por la Municipalidad de Quilmes en los "Tallares Gráficos Tipo" de Quil­mes, Hubo una primera edición que llegó a los quilmeños a partir de agosto de 1966, "con motivo del homenaje al Tricentenario de la Fundación de Santa Cruz de los Quilmes". La segunda edición llegó a los lectores en febrero de 1969.
Crítica que reproducimos gracias a la donación que don Ítalo Nonna hizo a la Biblioteca Goyena de numerosos ejemplares de ese suplemento dominical, entre los que hallamos este trabajo que nos coloca en la trastienda de la obra y en su sustancia historiográfica. Lo que se halla en negrita son las licencias que se toma el bibliógrafo recopilador con el fin de destacar conceptos esclarecedores.


"CUANDO LA HISTORIOGRAFÍA NO ES MERA TÉCNICA" 
Este libro, escrito en 1960 en opor­tunidad del Sesquicentenario de la Re­volución de Mayo, ha sido editado por la Municipalidad de Quilmes con mo­tivo del tricentenario de esa población y en adelante quedará como una obra de real importancia desde que es la única que cubre los 300 años de historia de una extensa y rica zona de la pro­vincia de Buenos Aires. Su autor ha condensado en sus páginas el meollo de un centenar y medio de trabajos que a lo largo de veinticinco años de metó­dica investigación habla escrito sobre el tema. 
Quilmes es una de las poblaciones más singulares del país, con una histo­ria que muy pocas ciudades argentinas pueden igualar en intensidad y trascen­dencia, ya que casi no hay hecho al­guno de importancia en el devenir de la nación, en el que ella o su partido, que antiguamente era muy dilatado, no hu­biese estado presente de alguna manera.
Ese material precioso había sido traba­jado con amor y probidad por Guiller­mina Sors y por José A. López. La pri­mera, en su "Quilmes colonial” analizó con rigor historiográfico apenas un pe­ríodo, en tanto, que el segundo no se propuso realizar investigación históri­ca en su “Quilmes de antaño", sino damos una crónica, que resulto magni­ficó, por cierto. Faltaba una visión cien­tífica y globalizadora, que abarcase en su totalidad el devenir histórico quilmeño y que mostrase la continuidad de la vida de esa población y su partido.

Los doce capítulos en que Craviotto ha dividido su medular y clara exposi­ción abarcan desde un verdadero en­sayo de filosofía de la historia a propó­sito de la evolución de Quilmes en el que puede advertirse una lúcida adhe­sión a algunas de las ideas expuestas por Toynbee y una profunda devoción por la libertad, hasta la urbe industrial de nuestros días, con datos estadísticos de 1960.

Se estudian además los antece­dentes fisiográficos y prehistóricos: el antiguo pago de la Magdalena, donde se fundó la reducción indígena; el naci­miento del partido de Quilmes; las con­secuencias de la Revolución de Mayo en la zona; la extinción de la reducción y el nacimiento del pueblo libre; la época de Rosas, que el autor caracteriza como “un período de evolución lenta”; los años de la organización nacional; lo que José A. López había llamado "Quilmes de antaño" (1870-1010); la declaración de ciudad; los gobiernos municipales hasta 1930 y la expansión industrial. El capítulo II, en cuyas páginas el doctor Craviotto realiza una original, erudita e interesante síntesis de la fauna, la flora, la formación geológica y el aspecto to­pográfico, así como de los elementos et­nográficos y paleontológicos del territo­rio del antiguo partido de Quilmes, tie­ne un valor científico que nos da la tó­nica imperante en todo el volumen. 

AVERIGUAR EL SENTIDO DE LOS HECHOS.
No se busque en este libro la historia fría y objetiva de un pasado
desvane­cido expuesta por un investigador in­diferente y lejano, sino la incitante aventura del espíritu objetivándose en un devenir creador, en el que el lector percibe claramente en cada línea un Quilmes vivo y palpitante, una historia rica y densa y un estudioso que ha sabido encontrar el equilibrio entre un apasionado compromiso con su tiempo y una indeclinable adhesión a la verdad histórica. 
El autor ha manejado una importante masa de datos y un varia­dísimo repertorio documental, mas no ha caído en la trampa de la erudición superficial, sino que ha tenido la virtud de integrar semejante bagaje en su contexto, logrando dar una visión a la vez inteligente e inteligible, profunda y clara, colorida y amplia. Entendemos que Craviotto logra en esta obra lo que García Morente exigía a la historiogra­fía: no sólo, establecer causas, sino intenciones, para averiguar el sentido de los hechos. Por todo ello, no es cierta­mente dudoso que "Quilmes a través de los años” habrá de tener una trascen­dencia y una vigencia perdurables, no sólo para una importante zona de la provincia de Buenos Aires, sino dentro dé la historiografía nacional, en la que quedará sin duda señalada por su pro­fundidad conceptual, su riqueza docu­mental y su lucidez expositiva.
Completan el volumen las palabras preliminares escritas en nombre de la Municipalidad de Quilmes por Héctor Ángel Pereiras, y un apéndice en el que sobresalen los conceptos que al cumplir­se un año de la muerte de José A. Cra­viotto expusiera Ricardo Piccirilli en nombre de la Academia Nacional de la Historia, de la que el autor era miem­bro correspondiente por la provincia de Buenos Aires.” (Juan Carlos Lombán - 15/1/67)
Profesor historiador don Juan Carlos Lombán
Compilación Chalo Agnelli
bobliografa Crsitina Secco
Ver en EL QUILMERO:
* http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/11/dr-jose-alcides-craviotto.html
* http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/02/cultura-y-memoria-los-84-anos-del.html

martes, 12 de noviembre de 2013

“LAS HUELLAS DE GUILLERMO ENRIQUE HUDSON” DE MASAO TSUDA

Fotografía dedicada por Hudson a su hermana Mary Ellen.
El domingo 3 de noviembre de 2013 en EL QUILMERO se publicó “BUSCANDO A HUDSON ENTRE LOS PÁJAROS DE LONDRES (Ver: http://bibliogoyena.blogspot.com.ar/2013/11/buscando-hudson-entre-los-pajaros-de.html), página tomada de un número del suplemento dominical "rotograbado" de La Prensa y ahora reproducimos una nota especial para ese periódico, publicada en la segunda sección del domingo 14 de octubre de 1962, bajo el título, “Guillermo E. Hudson y su sobrina Laura de Masau Tsuda; capítulo que luego incluirá en su libro, Las huellas de Guillermo Enrique Hudson (en el libro el nombre del autor figura como Masao) - que completa la bibliografía hudsoniana - editado en 1963. La Biblioteca Popular Pedro Goyena posee un ejemplar del mismo a disposición de quienes se interesen por la vida y la obra de este nuestro mayor escritor.

El libro incluye los siguientes títulos: “Hudson, Garibaldi y el Almirante Brown”; “Hudson y su sobrina Laura”; “La casa natal de Guillermo Enrique Hudson”; “La casa nueva “Las Acacias”; “Porqué Hudson escribió sus obras en idioma inglés.
A continuación se transcribe el segundo de ellos - el mismo que se publica en La Prensa -  páginas que nos introducen en la vida íntima del autor de "Allá lejos y hace tiempo"; sus vínculos familiares, sus afectos y sus añoranzas humanas, fuera de la pampa insuperable:



 
 Reproducción de la carta autógrafa, enviada por Hudson a su sobrina Laura que se traduce a continuación:
Mí querida Laura: 
¿Qué se ha hecho de ti y del barco? No puedo imaginár­melo, pues no veo palabra de su llegada en los diarios.
Como estamos en las vacaciones de Pascua, Emily y yo iremos a la costa por cinco o seis días; pensamos regresar el 13 de abril. Entretanto, si llega alguna carta o telegrama tuyo nos lo enviarán y lo tendremos en unas 24 horas.
Me estoy inquietando al no saber nada de ustedes, ya que dijeron que estarían en Marsella el 30 de marzo.
Hasta pronto, con cariños de los dos para los dos. [1] 
W. H. Hudson

Mary Hellen Hudson de Denholm, hemana menor del escritor y su nieta Violeta Shinya
Esta carta - traducida del inglés y que se publica por primera vez - la escribió Hudson en 1908 a su sobrina Laura, última hija de su hermana Mary Ellen, con quien mantenía frecuente correspondencia. A través de sus car­tas vivió la alegría del casamiento de Laura y recibió la agradable noticia de su visita a Londres, adonde llegaría en viaje de luna de miel, los primeros días del mes de abril. La carta a Laura expresa su ansiedad por verla; estaba impaciente pensando que aún no habrían resuelto salir de Buenos Aires.
No sé por qué causa los hermanos Hudson no eran uni­dos. Guillermo Enrique estaba alejado de su familia; así lo dice en su carta a Cunningham Graham “... Tengo allí hermanos y hermanas y otros parientes, pero no puedo decir si viven o no…” [2] 
Con su hermana Mary Ellen, sin embargo, sucedía todo lo contrario; la quería entrañablemente y la recordaba con ternura. En sus libros Far away and long ago y Book of a Naturalist, la menciona muchas veces con cariño. Es muy posible que ya desde pequeños haya existido más afi­nidad entre ellos. En su autobiografía, Hudson habla de la poco afectuosa actitud de sus hermanos mayores, que siempre trataban de alejarlo, y destaca en cambio la com­prensión de Mary Ellen y de Albert, con quienes jugaba amigablemente. Además, Guillermo y Mary Ellen amaban las bellezas naturales y los pájaros y este sentimiento co­mún los acercaba aún más. Lo apreciamos en su carta a Cunningham Graham, cuando le escribe ... Con frecuencia recibo cartas (y tarjetas postales) de mi hermana, que ahora viven en Los Molles, [3] San Esteban, en Córdoba, entre las sierras y rodeada de bosques, donde está reanudando su conocimiento de los pájaros que en una época eran comu­nes en Buenos Aires, y de otros nuevos para ella, como el mirlo argentino. Sus cartas me hacen morir de deseos de estar en un lugar semejante...”
 Laura y su esposo Shinya (fotografía obtenida en Tokio el 21 de octubre de 1908)

Mary Ellen valoraba y agradecía el amor y la compren­sión de su hermano Guillermo, quien entendiéndolo así, tra­taba de animarla sabiendo que su matrimonio había fraca­sado y que eran continuos sus sinsabores y tristezas. En verdad, Mary Ellen no había sido una esposa feliz. Casada en Buenos Aires con un escocés llamado Tomas Denholm, vivió dedicada a sus ocho hijos, un varón y siete mujeres, a quienes cuidó con cariño y abnegación.
Denholm, hombre poco afecto a la vida hogareña, eludía sus obligaciones de padre, desapareciendo esporádicamente, hasta que un día resolvió abandonar su casa para no regresar. Dolorida y avergonzada, Mary Ellen, pensando en sus ocho hijos, pidió a su hermano Guillermo que la acon­sejara. Sintiendo de cerca la amargura y comprendiendo su elevado espíritu de resignación y su fortaleza moral para resistir sola y olvidada de su marido todas las desgracias que le habían ocurrido, Hudson la ayudó a rehacerse y le insistió en que se trasladara a la Casa de Conchitas [4] (donde nacieron todos sus hermanos), que entonces estaba vacía.
Después que Mary Ellen y su familia se fueron a Conchi­tas, Guillermo (que vivía en Buenos Aires, en casa de un amigo situada en la calle Bolívar 344), los visitaba a me­nudo, pues le encantaba pasar con ellos el fin de semana, precisamente allí donde él se dedicaba a sus estudios, donde guardaba celosamente sus libros, sus recopilaciones y su material precioso de ornitología. En 1874, cuando Hudson viajó a Inglaterra, su hermana aún permanecía en Conchi­tas. En su carta a Albert, le decía: “…Después de leerla, trata de hacer llegar esta carta a Conchitas. a la señora Denholm; le llevará quince días para leerla, muy proba­blemente…” [5] 
Sin que se pueda precisar cuándo, Mary Ellen y sus hijos se trasladaron a Córdoba, donde nadie los conocía. Fue un triste día de verano, en que las aguas del río le llevaron a su único hijo varón. Esta pérdida le causó un enorme sufrimiento. Parecía destinada a padecer los más grandes dolores, pues al año siguiente una horrible epide­mia le quitó seis de sus hijas. Laura logró salvarse milagro­samente. La inmensa angustia de Mary Ellen encontraba alivio en la existencia de su hija menor y ella sentía que el caudal de cariño de su madre, naturalmente, crecía día a día.
Después de la instrucción primaria de Laura, Mary Ellen resolvió volver a Buenos Aires. Cerca de Plaza Italia, alquilaron una casa, en la calle Thames 2440. Como dispo­nían de pocos medios, Laura, que había finalizado sus es­tudios en el “North American Normal School”, daba clases particulares de idioma inglés. Las obligaciones aumentaban y era necesario afrontarlas. La idea de establecer un pen­sionado para jóvenes ingleses y norteamericanos fue una solución muy acertada, pues en verdad, resultó de gran utilidad el conocimiento de inglés que ambas poseían.
Un gran amigo de la casa, el señor Hogg, que era gerente general del Banco de Londres y Río de la Plata, se había manifestado con entusiasmo, en varias oportunidades, en reunir jóvenes que quisieran ingresar en la Asociación Cris­tiana de Jóvenes. Esta situación le permitió presentarle a la señora Denholm a ingleses y norteamericanos interesados, y a un asiduo concurrente japonés llamado Yoshio Shinya. [6] 
El señor Hogg los recibía casi todos los fines de semana en su casa-quinta y en esas reuniones Laura era el centro de todas las atenciones. Los jóvenes la agasajaban sin sos­pechar que sus sentimientos yá estaban comprometidos, pues Yóshio Shinya la festejaba. Bien pronto Laura hizo saber a su madre su noviazgo con Yoshio y su propósito de casarse con él. El señor Hogg, que simpatizaba mucho con Yoshio y quería muy bien a Laura, fue el primero en recibir de Mary Ellen, muy emocionada, esa agradable noticia. El 21 de noviembre de 1907, en la Iglesia Metodista de la calle Corrientes 718, se casaron Laura y Yoshio. El señor Hogg fue el padrino.
Aun lejos, Hudson vivía cerca de su hermana. Sus cartas así lo expresan. Trataba de ayudarla alentándola y no olvi­dando a Laura a quien nunca dejó de enviarle los tradicio­nales regalos de Navidad y de cumpleaños. Mary Ellen tenía el privilegio de leer las obras de Hudson en libros que él le enviaba cariñosamente dedicados y en cuanto aparecían publicados.
Laura se había casado ya. Una vez más Mary Ellen añoró la ausencia de Guillermo; sólo él hubiera podido comprender que sus sentimientos de alegría y tristeza a la vez, eran tan justificados. Deseaba con vehemencia que Guillermo viera a su sobrina querida. Pensó en el viaje de luna de miel de Laura y Yoshio; ellos le habían hablado de viajar a Japón, pues Yoshio quería visitar su país. Mary Ellen no vaciló en pedirles que incluyeran Londres en su itinerario. Laura, más que nadie, sabía lo que ese pedido significaba y se apresuró a cambiar los planes, accediendo así a la voluntad de su madre, con el mejor consentimiento de Yoshio. El viaje a Japón lo harían en otra oportunidad, pues ya habían resuelto ir directamente de Buenos Aires a Londres, embarcándose en el “S. S. Urakina” para llegar a destino el día 22 de julio. Este cambio postergó la prime­ra fecha que habían fijado para la partida y ante la falta de noticias por inconvenientes en las comunicaciones, Hud­son, preocupado, le escribe a Laura la carta que encabeza este artículo.
Durante su viaje, Laura escribía diariamente a su madre las impresiones recibidas. Sólo las partes relacionadas con Guillermo E. Hudson son las que transcribo a continua­ción. (Las cartas originales están escritas en idioma in­glés).
A bordo del “Urakina” (frente a la costa de Inglaterra)

“Lunes 20. Queridísima mamá: Hoy estamos en Plymouth. Te en­vío mi carta o diario de 24 páginas. No pudimos desem­barcar, de modo que la despachamos y certificamos a bor­do. Espero que la reciban sin inconvenientes. Mañana hará ocho meses que nos casamos, por lo que pienso lo lindo que sería que pudiéramos cenar en tierra y en el corazón de Londres. Desde Plymouth telegrafiamos al Hotel Morley, de la calle Trafalgar, para reservar habitación; sin­ceramente deseo que tengan una, pero alguien a bordo dijo que era difícil debido a la Exposición. Escribiré al tío William en cuanto vea si conseguimos algo en el Morley. Ten­go muchos deseos de verlo. Espero poder encontrar algo en él que me recuerde a ti….”

“Hotel Morley, Plaza Trafalgar, Londres, W. C.
Julio 22. Miércoles. Bueno, por fin estamos en el real y mismísimo Londres. Ayer, a eso de las dos de la tarde, anclamos en el Támesis frente a Tilbury y vinimos a Lon­dres en tren especial en una hora de viaje - cuando los hombres de la aduana subieron a bordo, acabaron con él equipaje y partió el tren, eran las cuatro -  de modo que llegamos al hotel a eso de las seis menos diez. Estábamos cansados y con hambre, ya que no habíamos tomado el té, de modo que lo pedimos en cuanto llegamos, pero antes de tomarlo le cablegrafiamos: ‘llegamos’; debe de haberlo recibido a eso de las seis de la tarde; espero que así sea. Después de cenar salimos a caminar un poco por la ribera. Lo primero que me impresionó de Londres fue su aspecto sucio; ¡ah! si pudieras ver solamente los hermosos edi­ficios, pero, ¡todo negro! Escribí al tío William antes de cenar y esta mañana, al desayuno, recibí un telegrama suyo diciendo que vendría a las 11.30. Bueno, salimos y dimos una vuelta; después fuimos al Consulado del Japón y volvimos, y lo encontramos esperándonos. Es muy, muy agradable. Se parece mucho a sus fotografías, sólo que se lo ve más viejo y más triste; él dice que se conserva igual, pero da la impresión de que está sufriendo continuamente. Habla lento y bajo y uno creería que tiene ‘fatiga* sola­mente. Pienso que es su modalidad.
Preguntó mucho por ti, hasta cómo estabas y si tenías el cabello gris. Dice que su libro [7] fue muy bien recibido y que lo que dijo en él de la crueldad con los pájaros en Cornualles ha traído como consecuencia una ley aprobada por el Parlamento para protegerlos allí y que es la primera vez que un libro ha sido causa de que las Cámaras aprobaran una ley. 
¡Imagínate qué honor para él, y sin embargo uno lo ve tan tranquilo y casi humilde! Iremos a verlo esta tarde - somos como la realeza, devolvemos las visitas el mismo día -; nos pidió que lo hiciéramos para conocer a la tía Emilia; ¡quién sabe cómo me llevaré con ella!; espero que bien. El tío nos explicó cómo llegar a su casa y nos dijo que quedaba como a seis millas, dos leguas, agregó. To­davía no tenemos el baúl con el mate y las cosas, pero le dijimos que tú habías mandado algunas y rió, diciendo que temía haber perdido el gusto de tomarlo…” 

“Jueves 23. Ayer a la tarde fuimos a lo del tío William y parece que era el día ‘at home’ de la tía Emily; había otras personas. Es pequeña, blanca y fea, y más bien des­cuidada en su apariencia. Habló sólo unas pocas palabras conmigo; luego se dedicó a sus otras visitas, y el tío nos atendió. Antes de irnos nos hicieron prometer qué iríamos a almorzar hoy. Volvimos bastante tarde anoche, cenamos y fuimos a visitar a los Sharpers.
Esta mañana fuimos a la Abadía dé Westminster. Fue, simplemente hermoso (pero te contaré todo esto a mi re­greso). De allí fuimos a lo del tío William y me hice una opinión mejor de tía Emily, que la de ayer. Los dos son muy amables. El tío estaba muy contento con el mate. De allí fuimos a la Exposición Franco-Británica donde echa­mos un vistazo y vimos algunos de los juegos olímpicos. Era muy linda pero bastante cansadora porque hacía mu­cho calor...”
“Hotel Morley, Londres.
Martes 28. Queridísima mamá: Es tardísimo pero te diré solamente lo que he hecho hoy. El tío William vino otra vez esta tarde. Creo que disfruta estando con nos­otros; se fue alrededor de las 6.30, justo a la hora en que vino Betty...”

Miércoles 29. Nos levantamos a las 8 esta mañana y fuimos a Paddington a encontrarnos con el tío. Después que llegamos a Windsor recorrimos todo el Palacio y las habitaciones reales; entonces tomamos un carruaje y atra­vesamos el parque hasta un lugar llamado Virginia Waters. El panorama era muy hermoso y yo gocé de veras estando al aire fresco. Almorzamos en un lugar, una po­sada antigua en el Parque, y luego fuimos al lago; el cochero nos dijo que llevaría media hora, pero ¡ah!, fue tremendamente largo; caminamos y bien rápido durante más de una hora, así que cuando tomamos el coche otra vez, yo estaba simplemente molida. Después de llegar a la estación tomamos el té y luego el tren para Londres, adon­de llegamos a eso de las 6 de la tarde. Nosotros hu­biéramos querido oír cantar a la Melba. Está aquí en el Gran ópera, así que una. vez en Londres fuimos allí a sacar las entradas. ¡Las más baratas que habían quedado costaban una libra y un chelín!, naturalmente no sacamos, era demasiado caro para nosotros, de modo que volvimos al hotel atravesando Covent Gardens y compramos una libra de cerezas - se consiguen tan hermosas, tan baratas - nos desvestimos, nos recostamos y comimos cerezas. Estábamos los dos tan cansados que nos dormimos y tuvimos que apu­rarnos a vestirnos para cenar a las 8...”

Jueves 30, 21.45. Acabamos de volver de despedir al tío y a la tía Emily. Hoy, cuando estaba escribiendo, apa­reció Winnie; es la primera visita que me hace ya que está en el teatro de operaciones. Telegrafió que vendría, de modo que apareció alrededor de las 11; almorzó y tomó el té con nosotros; ha cambiado muchísimo pero to­davía es bonita. Justamente cuando empezábamos a tomar el té, un tal señor Morris - a quien Yoshio había cono­cido a través del editor del Morning Post - entró y se unió a nosotros. Es un hombre muy interesante, uno de los empleados principales de la Embajada Japonesa y también autor de varios libros que ha escrito sobre el Japón. Ha sido muy amable y atento con nosotros. Habíamos prome­tido estar en lo del tío William a eso de las 5.30 pero lle­gamos allí como una hora más tarde. El tío tenía los dia­rios y también tu tarjeta postal, y yo espero, mamá que­ridísima y que puedas arreglarte para conseguir a esa gen­te o alguna otra, y que estés cómoda hasta que volvamos a casa. Estoy segura de que disfrutaré con los diarios; los leeré después que esté en cama. No nos mandes más dia­rios mamá, porque cuesta demasiado el franqueo; en cuan­to lleguemos al Japón [8] tendremos La Razón, así que no nos mandes más y gracias por los que nos enviaste. Tía Emilia ha estado todo el día con dolor dé cabeza, por lo que no nos quedamos mucho, pero tío William insistió en que cenáramos con él en un restaurante. ¡Pobre tío William!, habló de toda la vieja gente de Buenos Aires. Creo que sen­tía despedirse de nosotros. Dijo que te estaba escribiendo y me preguntó si tendrías interés en más novelas y yo dije qué sí, que estaba segura que estarías encantada...” 

Recuerdo que un día, hablándome de Guillermo E. Hudson, el señor Yoshio Shinya me dijo: “Es muy probable que yo sea el único japonés que haya visto y tratado a Guillermo E. Hudson. Fue al verlo por primera vez en Londres, cuando me asombré de la fidelidad de las fotografías que me habían enseñado. Era igual. Su rostro definía muy bien los rasgos de los Hudson. Tenía buena figura, muy alto y quizás un poco encorvado; recuerdo que para hablarme se agachaba debido a mi estatura. (Y. Shinya era de una estatura un poco más baja que la normal de los japoneses) Nunca podré olvidar el amor y la ternura que demos­traba por Laura. Era tan expresivo en su afecto, que yo me sentía conmovido y confieso que llegué a mirarlo con lágrimas en los ojos. Laura era para Hudson el reflejo de su querida herma­na, y varias veces nos manifestó que le parecía que ha­blando con ella, lo hacía también con Mary Ellen. Nuestra permanencia en Londres le absorbía su valioso tiempo, pero él era feliz haciéndonos conocer la ciudad, acompañándonos a hacer compras, organizándonos paseos, en fin, atendiéndonos siempre. Laura y yo decidimos hablar en inglés, sabiendo que tía Emilia no entendía el castellano. No obstante nuestro propósito, era evidente que habíamos despertado en Hudson los recuerdos de sus años transcurridos en la Argentina, pues él insistía en hablarnos en castellano. Fue así como tía Emilia se vio privada muchas veces de participar en nues­tras conversaciones. Recuerdo el día que muy emocionado nos recitó el poe­ma de Domínguez; fue, en verdad, uno de los tantos gratos momentos con que nos obsequió durante nuestra visita. Realmente Hudson no podía ocultar su amor a la Ar­gentina. Sus ojos se tornaban brillantes de alegría cuando hablaba de Buenos Aires, de sus lugares, de sus calles, y sus definiciones eran tan exactas, que ciertamente me llamó la atención su memoria prodigiosa”.

Mary Hellen y su nieta Violeta Shinya
De regreso a Buenos Aires, Laura y Yoshio rogaron a Mary Ellen que viviera con ellos en la nueva casa que ocu­paban en la calle Beruti 1033. En el año 1910, Laura era madre de una niña, Violeta, quien desdé muy pequeña recibió el cuidado y el amor de su abuela, debido a la salud precaria de Laura. Violeta encontró en Mary Ellen la mis­ma ternura de su madre. Al año siguiente viajaron las tres a Córdoba, a Los Cocos, donde residieron hasta 1915, año en que falleció Laura. 
Mary Ellen y su nieta, volvieron a Buenos Aires. Cam­biaron de domicilio, mudándose a una casa situada en la calle Teodoro García 2995. Allí es donde el 23 de agosto de 1919 dejó de existir Mary Ellen. Cuando Hudson recibió el telegrama que le comunicaba esa triste noticia, se apre­suró a escribirle a Yoshio Shinya una carta en la que le manifestaba su gran pesar, diciéndole que esa dolorosa noticia era un golpe muy rudo que recibía en su vejez. Sin embargo, le reconfortaba pensar que su hermana había amado a la naturaleza, y Hudson tenía la convicción de que quien ama a la naturaleza vive eternamente feliz.
Guillermo Enrique Hudson parecía predestinado a vivir sin el calor de su familia. A la edad de 17 años perdió a su madre y a los 26 a su padre. En el lapso de pocos años, fallecieron sus hermanos. En su vejez, a los 78 años, sufrió la pérdida de su hermana más querida, Mary Ellen, y dos años más tarde, en 1921, la de Emily, su mujer. Al año siguiente, el 18 de agosto de 1922, se apaga la existencia de Guillermo E. Hudson. En el momento de su muerte, na­die se encontraba a su lado. Masao Tsuda

Del capítulo “Hudson, Garibaldi y el Almirante Brown”. Casa del Alte. Brown donde residió sus últimos años. En su frente pueden observarse los dos cañones que dieron motivo a la denominación con que Hudson hiciera referencia a la misma.


Del capítulo, “La casa natal de Guillermo Enrique Hudson” interior de la casa natal de Hudson durante la ocupación temporaria por parte de una familia tucumana. 

 Del mismo capítulo la casa natal de Hudson antes de su restauración

Plano esquemático de la ubicación de la casa de Hudson en la estancia Vitel, "Las Acacias" de la familia Gándara.

Frente y vista posterior de la presunta casa de Hudson en la estancia Vitel de la familia Gándara, tema que se desarrolla en el capítulo “La casa nueva, Las Acacias”

Masao Tsuda fue embajador del Japón en Argentina (1954), presidente de la Asociación Hudsoniana de Tokio junto a la Asociación Amigos de Hudson en Argentina realizó gestiones para rescatar la estanzuela “Los 25 ombúes” de los intrusos. 
Había visitado por primera vez la Argentina en 1941, precisamente el año en que se cumplía el centenario del nacimiento de Hudson.
Una circunstancia ajena a él le generaron problemas con el gobierno Argentino, que tras la presión que los Estados Unidos hicieron al dictador Pedro Pablo Ramírez (1943-1944), el gobierno de facto debió romper relaciones diplomáticas con los países del Eje (Alemania, Italia y Japón) el 26 de enero de 1944 y les declaró la guerra el 27 de marzo de 1945 - cuatro meses antes de que finalizara la misma - bajo la presidencia del dictador Edelmiro Farrell. Tsuda por el hecho de ser japonés y director para América del Sur de la agencia de noticias japonesa Domei fue detenido por breve lapso de tiempo pues la inmediata intevención de numerosos intelectuales argentinos le devolvió la libertad.  
En 1957 la provincia de Buenos Aires crea el Museo y Parque Evocativo Guillermo Enrique Hudson por Decreto N° 7.641 con dependencia de la Dirección de Museos, Reservas e Investigaciones Culturales. A partir de 1991 las gestiones de la profesora Violeta Shinya - sobrina nieta de Hudson e hija de un japonés - fructifican y se recibe la primera partida de las generosas donaciones gestionadas por Masao Tsuda y el embajador Yoshio Fujimoto, de distintas empresas y la Asociación de Amigos y lectores de Guillermo E. Hudson del Japón. Se inicia la ampliación de tierras del Museo en dirección al arroyo las Conchitas. En 1996 se obtienen donaciones de organismos internacionales de Japón y de la Fundación Lloyds Bank (Ver: http://bibliogoyena.blogspot.com.ar/2013/07/guillermo-enrique-hudson-hijo-dilecto.html // http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/08/semblanza-violeta-shinya-los-103-anos.html)
 Bibliógrafo Chalo Agnelli
FUENTES
http://edant.clarin.com/diario/96/09/28/T-03201d.htm
 
NOTAS

[1] Traducción del autor.
[2] “W. H. Hudson’s letters to R. B. Cunningham Graham”. The Golden Cockcrel Press. 1941 pp. 28-29. letter.dated April 17, 1894.
[3] Hotel Los Molles, propiedad de un señor inglés de apellido Baxter, situada en Los Cocos, San Esteban, Córdoba
[4] Al referirse a su casa natal, hablando Hudson de su “casa de Conchi­tas”, no la ubicaba como la “casa de los 25 Ombúes”. Esto trajo alguna vez su confusión. Cuando el Cónsul de los Estados Unidos en Buenos Aires, en 1865, lo recomendó al Smithsonian Institute, Hudson, cumpliendo con los requisitos de la solicitud de empleo, envió sus datos personales a esa entidad. Enterado el secretario del Instituto, doctor Spencer Fullerton Baird, escribió al cónsul americano, diciéndole que no le había sido posi­ble encontrar en el mapa un lugar que se denominara “Conchitas”.
[5]W. H. Hudson’s Diary concerning his voyage from Buenos Aires to Southampton on the Ebro” Westholm Publication. Hannover New Humpshire p. 34
[6] Yoshio Shinya fue uno de los primeros japoneses que vinieron a la Argentina. Llegó en el año 1900 a bordo de la Fragata Sarmiento. En 1893 se celebró entre la Argentina y el Japón un convenio comercial. El gobierno argentino envió la Fragata Sarmiento al Japón para exteriorizarle su simpatía. Enterado de que se necesitaba un mozo, Shinya se presentó al Capitán D. Onofre Betveder para ofrecerse. .Tenía entonces 16 años. Al llegar a Buenos Aires, resolvió permanecer algunos meses en la casa del capitán. Estudió intensamente, ingresando a la escuela normal y continuó sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Posteriormente se destacó por sus inquietudes en bien de los japoneses residentes en la Argentina. Fue presidente de la Asociación Japonesa en la Argentina y durante muchos años se distinguió como corresponsal, colaborando en diarios japoneses y en “La Prensa” y “La Nación”. Murió en Buenos Aires en el año 1954.
[7]The land’s end”.
[8] Viajaron a Japón desde Londres, vía EE.UU.